El asaltante de la casa de una joven británica llamó por teléfono para pedir un taxi en que transportar su botín, cuando se dio cuenta de que no podía llevarse encima los teléfonos móviles, el lector de DVD, el ordenador portátil, la consola de videojuegos y el televisor que acababa de sustraer.
El valor de los aparatos era de unos 4.700 euros. Ocurrió el pasado octubre en la ciudad galesa de Cardiff, cuando Katie Battiscombe no se encontraba en su domicilio. Gareth Waith, de 22 años, entró para robar. Al verse incapaz de cargar con todo, telefoneó a un taxi.
"No podía parar de reír cuando lo descubrí", explicaba Katie, de 24 años, en la edición del lunes del periódico local South Wales Echo. "La cara de algunas personas es sencillamente increíble. Imaginarle llamando a un taxi desde mi casa y esperando a que llegara, allí con todas mis cosas, es verdaderamente grotesco". Finalmente detenido, el ladrón fue condenado a tres años de cárcel por un tribunal de Cardiff.
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